La propuesta
del segundo levantamiento de la unidad titular de Málaga, esta vez con la
denominación Regimiento de Infantería de Línea Fijo de Málaga, se inició en
1790, quedando definitivamente formada en 1791, año en el que recayeron sobre
ella todas las disposiciones legislativas vigentes hasta entonces.
Después de intervenir en la Guerra
de los Pirineos contra la Convención francesa (1793-1795), participó en la
campaña de Portugal (1801). Perdió su denominación de origen, de Regimiento de
Infantería de Línea Fijo de Málaga, para ser Regimiento de Infantería de
Málaga, partiendo directamente desde Cádiz para Melilla, por orden del general
Solano, debido a que la epidemia del “vómito negro” azotaba Málaga, y el cordón
sanitario le impedía transitarla.
Pasado el
peligro de infección, la unidad mantuvo su Plana Mayor en Málaga capital, a
efectos de gobierno y reclutamiento, mientras el batallón permaneció en la
guarnición de Melilla, y en los presidios menores de los peñones de Alhucemas y
Vélez de la Gomera. En esa situación le sorprendió el levantamiento del 2 de
Mayo de 1808, contra los franceses, así como la orden del gobernador
político-militar de Málaga, el suizo Teodoro Reding, reclamándolo para que a la
mayor brevedad embarcara y se presentara en Málaga.
Granadero del Regimiento de Infantería de Málaga, en Melilla.