Cartel anunciador del Homenaje
que hicimos en el Bicentenario de la defensa de la batería de la Boca del Asno,
en el camino de Antequera.
El
avance del ejército francés hacia Granada y Córdoba conmocionó a los habitantes
de Málaga, conscientes que, finalmente, las tropas napoleónicas invadirían
nuestra provincia. Fueron momentos de inquietud, miedo silencioso y exaltación.
Y también de desacuerdo, pues si bien la Junta de Gobierno de la ciudad y el propio
general Cuesta se mostraron proclives a un diálogo y entrega pacífica de la
ciudad a los franceses, el sector exaltado encabezado por el coronel Vicente
Abello (apodado “El Cojo”), el escribano San Millán y sus hermanos, gente de
baja estofa, el canónigo Jiménez y el fraile capuchino Berrocal, estaban
dispuestos a enfrentarse al invasor con total falta de previsión en cuanto a
las fuerzas y medios con los que contaba el enemigo para tomar la ciudad.
Los
malagueños situaron los puntos de defensaexteriores, más importantes, en el
camino de Antequera, en la llamada Boca del Asno y la Venta de los Gálvez.
Los hechos y la
recreación histórica de la defensa de la Boca del Asno
La valoración de lo acontecido en el puerto de la Boca del Asno, difiere según
los historiadores malagueños que han escrito sobre ello sin extenderse demasiado.
Para los cronistas del siglo XIX y gran parte de los del XX, la caballería de
Milhaud, integrada, en su vanguardia por unidades de caballería, forzó el paso el
día 4 de febrero de 1810, poniendo en fuga a las fuerzas malagueñas que lo
guarnecían.
Sin embargo, el expediente nº 23 de
los Fondos Documentales sobre la
Guerra de la
Independencia del Archivo Díaz Escovar (Málaga), relativo al
alférez Salvador de Terradas, del Regimiento de Dragones Lusitania, aporta otra
visión sobre las vicisitudes acaecidas entre la posición de la Boca del Asno y el puente del
Horcajo. Sin embargo, sí está claro que Abello mandó a la Boca del Asno,
cañones y guarnición para defender el camino. El historiador Francisco Díaz
Torrejón recoge en su obra “Guerrilla, contraguerrilla y delincuencia en la
Andalucía Napoleónica (1810-1812)”, lo sucedido en la Boca del Asno: “El primer encuentro efectivo, es decir
armado, entre malagueños y franceses sucede durante las maniobras previas a la
ocupación napoleónica de la capital. Desde los últimos días de enero de 1810,
muchos paisanos -henchidos de una euforia desmedida- van forzando un puesto
avanzado en los altos de la Boca del Asno y allí, a siete leguas de Málaga, se
apostan con el propósito de frenar el avance de las tropas imperiales.
Asimismo, se suben hasta ese elevado punto estratégico cuatro piezas de
artillería –trabajosamente desplazadas por falta de cureñas y avantrenes- y se
colocan en la batería allí construida durante los últimos meses, conforme al proyecto
del teniente coronel de Ingenieros, Juan Giraldo. La posición está tomada hasta
que el 4 de febrero de 1810, el general Édouard Milhaud aparece en aquellas
alturas, toca a degüello y dirige la carga sincronizada de los regimientos nº
10 de cazadores a caballo y nº 5 y 16 de dragones. A los primeros ataques, la
resistencia se desvanece y la dispersión pone camino de Málaga a una masa presa
de terror, después de quedar el campo –según la Gazeta del Gobierno de Granada-
ciento cincuenta muertos”.
El día 4 de febrero del año 2010, al cumplirse los doscientos años de la
defensa de la batería de la Boca del Asno, cuarenta y cinco integrantes de
nuestra Asociación realizaron en el mismo solar de la batería (ya destruida),
la recreación histórica.
Trabajo de campo realizado en el solar que ocupó la batería de la Boca
del Asno.