CASTILLO DE GIBRALFARO. VOLADURA DE LAS DEFENSAS FRANCESAS




Doscientos años después de aquel hecho, y siguiendo el plano del castillo de Gibralfaro publicado en el libro “Málaga frente a la Guerra de la Independencia (108-1812)”, componentes de la Asociación Torrijos 1831 inspeccionaron los alrededores de la citada fortaleza para conocer más sobre las partes de la misma que fueron voladas por los franceses, precisamente, las que ellos habían añadido al sistema defensivo durante el periodo de ocupación. El plano recoge dos baluartes, uno situado en el este que se prolongaba hacia el sur, y otro al oeste al amparo de la gran mole de la torre albarrana. El primero fue volado a las siete y media de la mañana del 27 de julio, y el otro, sobre la siete de la tarde, aproximadamente, del mismo día. Para ello, lo primero que hicimos fue inspeccionar la superficie donde estuvo asentado el bastión este, hoy gran parte de él bajo la carretera que serpentea hasta Gibralfaro y el primer aparcamiento a la derecha que encuentra el visitante. Sabemos que los franceses levantaron este baluarte defensivo que llegaba por el sureste hasta lo que hoy es el mirador situado junto a la puerta de acceso al Parador de Turismo, una zona que ha sido muy modificada. Esta posición, con doble línea defensiva, más la protección que se pudiera dar desde lo alto de la muralla del castillo, tenía un pasillo “cubierto” y quebrado que llegaba prácticamente a la esquina sur del bastión más al norte de la fortaleza. La pregunta para nosotros era la siguiente: ¿Encontraríamos abierto próximo a ese bastión noreste, un acceso al foso? Así fue. Descubrimos la existencia de un portillo en ese punto del foso, paso por donde entraban los soldados franceses en los relevos, ya que la puerta por la que acceden los turistas hoy día no existía. En la otra parte, en la explanada circular de la torre albarrana se delata la posición francesa, siendo fácil de visualizar la redondez de la superficie en la que se asentó el sistema defensivo francés en esta parte de la fortaleza de Gibralfaro. En las rampas de caída de la misma que marcan el desnivel, se pueden todavía descubrir piedras que formaron parte de este bastión defensivo, que fue volado en la tarde del histórico 27 de agosto de 1812, el último día de presencia francesa en Málaga.